UTOPÍA.
La puerta de calle estaba abierta y el ronroneo del motor se oía áspero.
Escritora
Nos conocimos en Chile, él era un turista y yo una atractiva guía. Llevamos juntos 2 años…
Mario trabajaba en una funeraria. Se ocupaba de maquillar cadáveres y prepararlos para el velorio…
Oh Dios, qué hicimos! –dice Ana temblando.
Tranquila amor, ya se acabó – la consuela Pablo…
Descansaba serenamente en el banco de la plaza mientras mi sombra, siempre inquieta y traviesa, jugaba con luciérnagas y sapos…