LAS LÁGRIMAS DE TÁNATO.

AUTORA: Gladys Abilar

OPINIÓN: Marina Fagundes Coello

Quise esperar apaciguar un poco la conmoción que me causó tu “fragmento” – un tratado psicológico de lo que significa el silencio para un preso – enviado con tanto cariño a una amante confesa del silencio. Extraordinaria, digna de los grandes, de los monstruos sagrados que admiramos, es tu escritura, queridísima. Tu absoluto dominio del idioma y ese tu estilo tan elegante y límpido, desnudo de excesos engolados – trampa fastidiosa en la que no pocos se permiten dejar caer –  e intrínsecamente imbricado con la poética filosófica, dones que no fueron los causantes de mi angustia, porque ya los conocía, pero si lo fue el que me hicieras “vivenciar” el sentir de un preso ante lo que yo endioso, el silencio. Y de ahí a confrontar la enormidad de tu generosa compasión a mi pequeñez, fue un paso….Y, por absolutamente todo ello, queridísima Gladys, recibe desde lo más hondo de mí,  mi efusivo aplauso y eterna gratitud!