AUTORA: Gladys Abilar
OPINIÓN: José Bilbao Richter
Hola Gladys, anoche no tuve oportunidad de conversar contigo como quería hacerlo, por lo que me permito robarte un par de minutos por este medio que, no es lo ideal. Me recluí en Pinamar, como acostumbro cada vez que necesito soledad para escribir lo que tengo pendiente. Son tres libros. El editor me apuraba por la entrega y necesitaba repasar todo. Resultado: No pude hacer nada. ¿La causa?: metí en el bolso un libro titulado “Las lágrimas de Tánato”. Esa misma noche se me ocurrió hojearlo en la cama y,… me desvelé percibiendo tu relato, es decir, el de Tánato. Siempre me levanto muy temprano pero esa mañana quedé dormido. YA NO PUDE DEJAR TU LIBRO..!!! Lo digo en serio! Lo llevaba a todos lados. Por eso es que hago algunas reflexiones:
Pienso que el resultado de todo esfuerzo literario no debe quedar en su mera valoración, condición del autor/a, destreza narrativa, excelencia de conocimientos culturales, literarios y todas esas cosas que se acostumbra expresar o decir en público para provocar aplausos, sonrisas, brindis y otras yerbas.
Sostengo que los libros deben contener una finalidad social, política, etc. sin la cual no pasa de ser un objeto de adorno en la biblioteca que engorda nuestro ego. Incluso, en estos tiempos pienso que deben contener un sentido de denuncia, de propuesta a las autoridades políticas para corregir algo que falla en el funcionamiento social.
Amiga: tu libro tiene eso, tiene TODO ESO. Es un peso pesado! Por lo tanto, debe necesariamente abrirse caminos para insertarse en los ámbitos social y político.
Las acusaciones contra la inacción de las instituciones políticas son muy fuertes y válidas. Sé que es un tema de larga data y que hay poco interés en modificar nada, sin embargo, tu libro despierta conciencias adormecidas, del mismo modo que me privó del sueño a mí, incluso del disfrute normal de mis caminatas por la playa solitaria. Además, encierra muchas otros aspectos valiosos:
Nos recuerdas la verdadera naturaleza del hombre débil creado por Dios. Anoche, escuchamos decir a Tomás Barna que: “el amor no puede ser definido”. Bueno, tú lo haces al bajar al “ser” del ya hartante plano abstracto, situarlo en la realidad del mundo, puntualizar sus prácticas en detalle y te das el lujo de interrogar al lector sobre su significado. Alertas a las “parejas” sobre como preservar el amor en el matrimonio. Sacudes conciencias religiosas católicas adormecidas al advertirles sobre las prácticas de “sacrofagia” que sin darse cuenta hacen toda vez que comen el cuerpo de Dios. Nos alertas sobre el hecho de que todos podemos convertirnos en criminales si surge una situación que nos lleva a eso. Nos recuerdas que todos llevamos oculta la posibilidad de ejercitar todo tipo de acciones aberrantes y detestables, es decir, MUESTRAS AL SER HUMANO EN SU VERDADERA NATURALEZA..! Eso es algo que muchos tratan de ocultar u olvidar.
Nos descubres un mundo distinto, un territorio marginal habitado por seres que una vez fueron humanos y que están abandonados a su suerte. Propones la necesidad de revisar al menos, el régimen carcelario. Esto y muchas cosas más. ¿Eres consciente en realidad de la dimensión y alcance de tu libro???
Como sociólogo, sabes bien que he visto y leído mucho; pocas cosas me asombran. Tu libro SI!! Además, escrito en esa exquisita expresión riojana que atrapa al lector. (Debes explicarme luego qué es “un perro enteco”, también “caraguayas”)
En síntesis y perdóname la extensión. Tu libro amerita al menos un comentario sociológico, un trabajo de explotación en otros ámbitos, también académicos. No sé si ya se hizo. Confesión: si antes quedé embelesado con la lectura de los poemas hechos por una mujer que me parecía suave, delicada, una musa salida del Parnaso, bueno, ahora sacudiste mi imaginación con un cachetazo que me despertó a la realidad: te visualizo como la sombra de Facundo que vuelve a la carga con su lanza para reclamar por justicia y atemorizar a políticos ineptos, que nada hacen ni harán para solucionar aquello que resumes con una frase: “Las lágrimas de Tánato”
Reitero lo que una vez te escribí: eres GENIAL..!!
Gracias por leer estas reflexiones apuradas.
Lic. José Bilbao Richter.