LAS LÁGRIMAS DE TÁNATO.

AUTORA: Gladys Abilar

OPINIÓN: Maria Cristina Bercaitz

Querida Gladys, creo que este TESTIMONIO DE UN PRESO es de total actualidad.

Siento que me están haciendo una disección pues aprovechan este silencio y dominación para separar capa a capa mis tejidos, pero no solamente los tejidos orgánicos, también siento que lo están haciendo en mi mente.

Tu Anatomía del silencio describe mi sentimiento con absoluta claridad, y lo hace en el país de las sombras donde el silencio es rey.

Acá lo disfrazan y lo ocultan, para soltarlo luego, cuando estamos distraídos.

Siento como tu Tánato, que se necesita un manual y un apoyo psicológico para no volverse loco.

Me alegro de que hayas puesto el tema sobre la mesa, pues se arbitra entre las sombras y se ataca a traición. Emerge desde las sombras negras.

Me identifico con Tánato mientras estoy en esta aparente libertad, que no es tal, a la espera de que aparezca lo oculto y me devore.

Me siento aplastada por ello, metamorfoseada, y me ahogo. Lucho para no entregarme. No lo habrá de conseguir, pelearé hasta el final, a pesar de que me quiera poseer, y por momentos lo logre.

Querida amiga, las palabras de Tánato, prisionero de las circunstancias, se asemejan tanto a este momento que creo es una metáfora de la actualidad.

Y también me asusta y le temo a esa oscuridad que se mueve como agua turbia en el estanque, como lombrices en el fango.

No quiero hacerme amiga, como tu protagonista que ve en eso la única salida. Yo no veo la salida, entonces tiemblo, me desdibujo, me ninguneo.

Ni siquiera oigo el ruido de las puertas de acero cuando se abren, porque no lo hacen.  

Si se abren me vendrán a buscar para decapitarme.

Un beso. Cristina