LA MARISCAL EN UNA GUERRA OLVIDADA

AUTORA: Eliza Linch

PRÓLOGO: Gladys Abilar

Mucho se ha escrito sobre la vida de esta bella, enigmática y vilipendiada mujer. La mirada que sobre ella recayó fue siempre detractora, infamante y perversa.

José Bilbao Richter, en su saga de novelas en rescate de mujeres valientes que la historia ignoró, – o que tardíamente rescató- nos trae una nueva propuesta. Como buceador del pasado, logra situarse equidistante de cada hecho para no vulnerar su razón y que la objetividad sea su brújula.

Con un estilo liso y llano, con su entusiasmo y compromiso por la verdad y la justicia, nos invita a sumergirnos en las páginas de esta atrapante novela que devela el tórrido destino de la resistida  “mariscala” en la sanguinaria “Guerra de la Triple Alianza” contra el pueblo de Paraguay.

Cada página invita a la siguiente en la búsqueda angustiosa de una respuesta que justifique o esclarezca el ensañamiento brutal sobre vidas humanas perpetrado por humanos, donde mujeres, niños y ancianos fueron sometidos a los peores vejámenes, principalmente por el ejército brasileño.

El autor se plantea el desafío de desenterrar viejos secretos, impiadosas maquinaciones, deleznables traiciones entre países limítrofes –Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay- donde el poder arrasa contra todo obstáculo, aplastando la moral y la dignidad en pos de una victoria manchada de sangre.

Oscuras intenciones, dudosas promesas y un factor humano que ha perdido los visos de ¨humanidad” son los hilos que enhebran los días más crueles de esta guerra. Asuntos políticos, institucionales, sociales, económicos sobrevuelan la historia en un marco de  apócrifa legitimidad. Bilbao Richter, escritor emocionado y veraz, arroja luz sobre esta oscuridad. Como idóneo narrador y con su mirada comprometida en sucesos que nos anteceden, provee datos, documenta hechos, y llama a las cosas por su nombre con una impronta frontal y persuasiva. Mitre, Sarmiento, Urquiza, son figuras de fuerte protagonismo que Richter nos los muestra en plena acción y sin eufemismos.

 

Lo que tuviera un comienzo principesco, como fue el inicio de la relación amorosa entre Eliza Linch y Francisco Solano López en una gala convocada por Napleón III en los salones parisinos, fue mutando por fuerza del destino y del carácter impetuoso y arbitrario del mariscal. El fragor de la guerra, que se extendió a lo largo de cinco años, poco a poco fue desquiciando la cordura de quien, desde un principio demostró su política agresiva respecto a asuntos rioplatenses.

Fiel al amor incondicional que le jurara, Eliza permaneció a su lado, en medio del infierno bélico, aún a costa de perder un hijo pequeño, otro que fuera degollado ante sus ojos, y a su marido torturado y crucificado ante su estupor. Supo sobrellevar con altura el desprecio de una sociedad cautiva de los cánones morales de la época. Una sociedad que no toleró que una intrusa extranjera de mancillada reputación, a quien tildaban de adúltera, concubina y cazafortuna, que antes había abandonado a su marido en Argelia, invadiera su territorio. Esta mujer, denostada ferozmente por la alta clase social paraguaya y también por la iglesia, supo demostrar su inteligencia y valía, poniendo al servicio de una patria que no era la suya, lo que más amaba, su familia, sus siete hijos a quienes arrastró junto a su marido en cada batalla demostrando su incondicionalidad, su fidelidad y el amor que ya abrazaba por esas tierras que adoptó como suyas.

Seguramente su gran capacidad para sortear los golpes hacia su persona, gracias a su naturaleza aguerrida, y su papel de mujer abnegada que acompaña al líder asumiendo el rol de samaritana en la lucha, hayan logrado, al fin, cambiar la mirada de sus detractores.

La finalización de la guerra, con la derrota de Paraguay en 1870, conlleva también un desastre demográfico. El país perdió entre 50% y 85% de su población y quizás el 90% de sus hombres. Ante la euforia descontrolada de los brasileños triunfantes, Eliza deja ver una vez más su grandeza, esa condición innata de heroína que no tranza con el miedo. Se ofrece a cambio de las setecientas mujeres paraguayas que serían destinadas a la venta de esclavos y prostitución siendo ella expuesta a la vergüenza pública, salvando de este modo al país de la extinción total de sus mujeres y futuras procreadoras, dato que fuera reconocido por nuestra Santidad el Papa Francisco en su visita a Bolivia.

Esta vez la mano impredecible del destino viene en su ayuda, y el gobierno irlandés pone en marcha su aparato diplomático para rescatarla.

“Eliza Linch, la mariscal en una guerra olvidada”, es el fruto de un trabajo hecho a pura pasión y conciencia. Bilbao Richter sienta sus bases sobre documentos veraces, producto de una intensa, responsable y exhaustiva investigación, tal como lo demuestra en cada propuesta que la antecede, consagrándose como uno de los escritores más idóneos en este género literario.

Con esta emocionante novela el autor cierra el ciclo de una trascendental trilogía en la que cada heroína, Juana Azurduy, Manuela Sáenz y Eliza Linch, marca un hito en la historia.