GRAFFITIS.

AUTORA: Gladys Abilar

La Real Academia Española define “grafito” como una pintada particular, aunque esta palabra se usa específicamente para referirse a las inscripciones arqueológicas.

Se llama graffiti, grafito o pintada (del inglés graffiti o graff) a varias formas de inscripción o pintura, generalmente sobre propiedades públicas o privadas.  Los graffiteros suelen estar agrupados en crews.
El graffiti es un arte, uno de los cuatro elementos de la cultura hip hop.
Las academias artísticas empezaron a reconocer al graffiti como arte a partir del Mayo Francés, del que se cumplen 40 años en estos días. Pero sus orígenes se remontan, historiográficamente, al Imperio Romano, aunque hay quienes sostienen que las pinturas rupestres prehistóricas fueron las primeras expresiones artísticas de esta corriente.

Considerando esto diríamos que el graffiti es una forma de literatura, porque a lo largo de los años se va a leer como tal.

En otras palabras diríamos que tiene que ver con la representación social de cada cultura, las distintas épocas, tendencias, enfoques que hacen a la idiosincrasia de los pueblos. Funciona como testimonio de algo que fue o que es.  En el lenguaje común, el grafiti es el resultado de pintar textos abstractos en las paredes de manera libre, creativa e ilimitada. Tiene un fin de expresión y divulgación donde su esencia es cambiar y evolucionar como parte de un movimiento urbano revolucionario y rebelde. Se realiza de manera espontánea, veloz, en lugares públicos, y en algunas ocasiones se mantiene el anonimato. Existen diversos clases de graffitis: sociales, poéticos, culturales, deportivos, económicos, políticos, entre otros. No obstante, hay graffitis que no reflejan el pensamiento de la comunidad, sino más bien groserías o pensamientos en contra de una persona. Por otro lado, los emisores de estos mensajes tienen un común denominador: la no-pertenencia a partidos políticos y movimientos políticos tradicionales. Los graffitis son un medio de expresión de la gente joven que siente que no tiene donde expresarse para desahogar sus inconformidades contra la sociedad, el gobierno y el mundo mismo.

El graffiti es una burla al poder establecido: es el juego subido en el carrusel de la palabra. Es una pedrada al descuido al transeúnte: la pared más que la espada. Es la transgresión del orden social y por eso es posible descubrir en él un impacto al momento de leerlo. Los hacedores de estos símbolos se han convertido en una suerte de cronistas que develan las situaciones más inverosímiles. Es una actividad clandestina, anónima, contiene a su vez, una expresión artística digna, con un gran valor histórico, artístico Enriquecen el contenido social, popular que es su fin inicial Expresa colectivamente lo que colectivamente se quiere expresar

El graffiti de contenido social rompe así con el texto trivial, y se convierte en una denuncia o en una advertencia que algunas veces está cargada de mucho humor. En definitiva es una manera de recobrar la palabra, una práctica popular y creativa de agrietar los discursos monolíticos del poder y las instituciones

El texto callejero que representa al graffiti es un texto diferente, se hace público y se disfruta desde esa libertad de ser de todos y para todos. •El amor, la furia social, el humor, la vida misma son temas en los que se inspira el graffitero. Y se despliega en una crónica generadora de ideales

El color y la forma simbolizan su pensamiento, que en sí no es su pensamiento. . Es el vocero anónimo que habla por muchos  y para muchos,

“Sus armas son tubos de aerosol cargados de ternura hasta los dientes. Sale un chorro de luz y pintan los labios de la noche. La espada está guardada para un combate con la luna. Saben que si disparan una flecha lo único que sucederá es herirlos antes de soltar la cuerda. Por eso lanzan una letra que se adhiera A su piel.

Sin embargo, hay quienes sostienen que el grafiti no es literatura, es el caso de la Dra, en letras Claudia Kozak, y que dice: Si nos atuviéramos a una definición institucional de la literatura, el graffiti es un tipo de discurso que involucra la palabra e incluso ciertos aspectos estéticos, pero que no está incluido dentro de lo que se considera literatura. Pero expresan mucho de un individuo, de un momento social, e integran ese tipo de discursividades breves pero contundentes como los refranes. 

Hay una diferencia clave que matiza la escritura en la pared. La pintada política tiene respaldo institucional; hay un partido político detrás, o aunque sea, una pequeña agrupación. En cambio, el graffiti puede tener contenido político, religioso, amoroso, sexual, etcétera, pero no cuenta con ningún respaldo institucional.

Si hacemos un registro histórico, las pintadas fueron hechas, desde ya, en contextos de mayor o menor clandestinidad. Pero el graffiti se realiza en un contexto también de transgresión, porque todos sabemos que no está permitido escribir nada en la fachada de un edificio ni de un monumento. Lo que sucede es que, justamente, nuestra gran tradición de pintada política, y no sólo en la Argentina sino en toda Latinoamérica, ha ido “oficializando” que los partidos políticos pinten. Y de hecho, lo hacen sin ningún reparo.

Hay un mito que dice que la pintada política comienza en la Argentina con Sarmiento, cuando yendo al exilio escribe su famosa frase “Las ideas no se matan”, luego popularizada como “Bárbaros, las ideas no se matan”. En realidad, él no puso la palabra bárbaros, porque, de hecho, él escribió esta frase en francés. No es, igualmente, la primera vez que alguien escribe una frase política en las paredes. Hay otros antecedentes. El historiador Felipe Pigna comenta que durante las Invasiones Inglesas hubo inscripciones en las paredes en contra no sólo de los ingleses sino en contra del virrey y de los que estaban en ese momento gestionando la cosa pública sin hacer lo que debían. En 1810 aparece, en el momento del fusilamiento de Liniers, en un árbol, tallada una sigla que estaba construida con los nombres de los cinco apresados, cuatro de ellos fusilados —uno no, el obispo Orellana, al que mandan a Buenos Aires—. Esa sigla forma la palabra “clamor”. Esta sería una pintada política de los opositores de la revolución. Los contrarrevolucionarios estaban expresando su opinión respecto de la Revolución de Mayo.

Inscripciones en espacios públicos hubo en muchas culturas. Los griegos, en tren de conquista de otros lugares, inscriben sus nombres. Es una tradición que llega desde tiempos remotos: es una ancestral necesidad de imprimir y dejar huellas en el espacio público. Por eso, algunos la retrotraen a las Cuevas de Altamira.


CLAUDIA KOZAK, DOCTORA EN LETRAS
“El graffiti condensa rasgos clave de la cultura juvenil”
Irónicos, lúdicos o futboleros, los graffitis son una expresión efímera, que sin embargo es vista por muchos jóvenes como la única forma posible de apropiarse de una ciudad que sienten privatizada.
Su origen son las inscripciones que han quedado en paredes desde los tiempos del Imperio romano, especialmente las que son de carácter satírico o crítico.

Claudio Martyniuk (Dr. En Filosofía de la Univers. De Buenos Aires)
 Hubo contextos históricos donde fueron más que nada los jóvenes de clase media los que salieron a la calle a pintar graffitis. En los 80, los graffitis —de leyendas realmente ingeniosas— eran escritos por jóvenes de clase media, incluso de clase media alta, muchos de ellos universitarios. Eran grupos como Los Vergara, o más de corte anarquista, como Fife y Autogestión, La Gillete en el Tobogán. Ese surgimiento en los 80, tan fuerte, está relacionado con la apertura del CBC, por lo menos en Buenos Aires. También se dio en las distintas provincias, en ciudades capitales en general, siempre dentro de los grupos de clase media que tenían acceso a estudios superiores.

Los graffitis en los 90 se identifican con el fútbol. Otros, los “tumberos”, están escritos en memoria de alguien. Otros homenajean bandas de rock escribiendo su nombre en la calle. Hay una proliferación muy grande de bandas de barrio; habla del fenómeno que está asociado al rock “chabón”, que inscribe su nombre en las paredes.

El graffiti argentino y latinoamericano mira más al graffiti europeo del Mayo Francés. En general, intentan reproducir cierto esquema enunciativo que aparece en los del Mayo Francés, llenos de ironía y juego de palabras. Y siempre en ellos la palabra es lo más importante. El graffiti hip- hop de los Estados Unidos comienza a tener visibilidad hacia fines de los 60, principios de los 70, en Nueva York, y se relaciona con un graffiti de gueto, de reivindicación del joven desplazado. Es un graffiti que privilegia más que nada la imagen. Hay algunas palabras, está siempre el nombre del graffitero —su apodo, su alias—, pero aparece desestructurado, de manera tal que se asemeje a una pieza pictórica. Ese estilo, en los 80, se difundió por Europa. Pero en la Argentina, hasta los 90, no se había visto graffiti hip-hop. A mediados de los 90 empezó a haber, tímidamente. Y creo que no prendió porque nuestra tradición es básicamente verbal, aunque incluya códigos que no siempre la involucren. ***************************

Grafiti y comunicación social

El arte del grafiti se extiende en el análisis de los elementos léxicos y visuales que lo definen. Pero como todo arte, no se adhiere únicamente a estos aspectos. A pesar de presentarse como palabras, letras o dibujos, el espectador nunca podrá ver estas exclusivamente como tales. El grafiti es más que una experiencia visual, es también una experiencia temporal y espacial. Existe un conjunto de condiciones (localización, momento, influencia social, acontecimientos políticos y culturales, acontecimientos personales, etc.) que coinciden en un momento en el tiempo y que definen aquello que la pieza artística transmitirá al espectador. Este conjunto de condiciones, que no se observan explícitamente, se esconden detrás de un grafiti y son plasmadas espontáneamente mediante un spray o rotulador sobre una pared, muro o semejante y a través del uso de letras, palabras o dibujos. Bajtín introdujo un concepto clave que, sin ser la intención del autor, nos ayuda en la conceptualización del grafiti desde la psicología de la comunicación. Para él, la inmediatez del momento hablado recibe el nombre de ”utterance” (en español se traduce como “palabra”, “declaración” o “expresión”) y todas las “utterances” son heteroglosicas. La palabra “utterance” hace referencia a aquello que se dice, la unidad del discurso, y en relación al grafiti, es aquello que se escribe o dibuja, la pieza. El término heteroglosia hace referencia a la cualidad de ser contextualmente dependiente. Cada palabra hablada o escrita reúne y está influenciada por una serie de condiciones históricas, políticas, meteorológicas, psicológicas, etc. que le darán un carácter único al significado de esa palabra siendo a su vez diferente del significado que tomará la misma palabra expresada bajo otro conjunto diferente de condiciones.

Así, el grafiti se caracteriza por ser un arte que no solo se limita a expresar los elementos léxicos y visuales que todos vemos y que son obvios, sino que transporta consigo una serie de condiciones anteriormente citadas que el espectador es capaz de absorber mediante la visualización de este tipo de expresión artística.

En relación con la heteroglosia mencionada anteriormente quisiera remarcar la importancia que adquieren en este contexto los mensajes implícitos, el significado de los cuales no es obvio ni evidente y su comprensión requiere un nivel más profundo de conocimiento: “Las percepciones de los espectadores, su comprensión sobre lo que está ahora ante ellos, están estrechamente ligadas con su conocimiento y con la experiencia del área, de los individuos, de las culturas y de las subculturas de estas áreas. (…) Como percibimos y entendemos el mundo social de nuestro alrededor depende del grado en que somos informados sobre lo que vemos y experimentamos.” (Billig, 1996: 121

 Pintan para poetas

Día a Día (un diario de Cba.)salió “de pintada” con los créditos locales de Acción Poética, el activismo grafitero que se puso de moda en muros virtuales y reales. Así funciona la movida que impregna de arte los muros de la ciudad.

Por Pablo Valdés

Frases ingeniosas pintadas con letras negras en paredes impolutamente blancas.

Los murales, que se multiplican como mosquitos y tanto llaman la atención en los muros “virtuales” de Facebook y los muros “reales” de nuestra ciudad, tienen un factor común: todos forman parte de la movida “Acción poética”, un proyecto de difusión de poesía creado por un poeta y profesor universitario de Méjico hace 17 años.

La idea –centrada en utilizar al grafiti no como herramienta confrontativa, sino sólo para difundir frases de amor y optimismo– pegó tanto en el interior del país azteca que no tardó en llegar a otras naciones cercanas. A nuestro país, la tendencia llegó hace solo unos meses, de la mano del tucumano Fernando Ríos, que pintó innumerables calles del interior de la provincia. Sin embargo, la difusión de las redes sociales hizo que en cuestión de semanas la experiencia se replicara en otras provincias.

 “Según la tradición, los materiales que se utilizan para las intervenciones de “Acción Poética” se obtienen de donaciones.

ACCIÓN POÉTICA

La iniciativa tuvo su origen en México y se ha extendido por varios países. Hace un mes llegó a Corrientes y ya han pintado 10 murales. El objetivo del grupo es escribir versos motivacionales de diferentes escritores, poetas y músicos en los muros de la ciudad.

Los grafitis han sido siempre blanco de debates y discusiones. Hay personas que los aprueban como una  forma de manifestar la cultura en espacios urbanos, mientras que otras tildan a este tipo de acciones como delictivas o dañinas. En este contexto, un movimiento nacido en México y que ha ido extendiéndose por varios países y ciudades ha llegado a Corrientes.

 Así, por medio del grafiti los miembros de “Acción poética” han comenzado a pintar las paredes de la ciudad con frases literarias y célebres de diversos escritores y músicos reconocidos, tal como El Litoral lo informó la semana anterior.

El objetivo del grupo no es dañar las paredes sino pintarlas con trozos de poesía y música. En este sentido, Leila Mironova, quien forma parte de “Acción Poética Corrientes”, explicó a este diario las motivaciones del grupo, haciendo principal hincapié en la utilización de los espacios siempre con consentimiento de sus dueños.

Cabe destacar que los miembros del movimiento consiguen por su cuenta las pinturas y los artículos necesarios (pinceles, papel de lija, etcétera) para llevar adelante sus murales, aunque también reciben donaciones.

Vale aclarar que como seña de identidad del grupo, las frases se escriben en negro sobre un fondo blanco y deben ser motivadoras.

No pintan frases políticas, ni religiosas. El objetivo es que la poesía se vuelva parte del paisaje urbano para embellecer la ciudad.

Nacimiento y difusión

El movimiento “Acción Poética”, tuvo su origen en México hace 16 años por iniciativa del escritor Armando Alanis Pulido (1969), quien según varias declaraciones, buscaba que la poesía tuviera un mayor alcance y por tal motivo escogió escribirlos en las paredes.

 Poco a poco fue adquiriendo gran notoriedad en la ciudad de Monterrey. Posteriormente fue extendiéndose a otros lugares como Ciudad de México y Guadalajara. 

A la fecha ya llevan más de 3.500 paredes pintadas y debido a esta situación, el accionar del grupo fue emulado en otros países. Así, “Acción poética” llegó a Argentina. 

Muchas provincias del país comenzaron a implementar este arte urbano que intenta plasmar en frases motivadoras como sucedió en el Chaco y finalmente en Corrientes.

Volviendo al nacimiento de este movimiento y como se dijo con anterioridad, el objetivo es pintar el paisaje de la ciudad con frases positivas.  

Así pueden leerse pasajes de libros reconocidos y trozos de canciones. Entre los autores se destacan Julio Cortázar, Pablo Neruda, Saint Exupery y otros. 

Pero también hay lugar para cantautores. En lo que a esto se refiere, el sábado pasado los jóvenes de “Acción poética Corrientes”, realizaron un mural en honor al difunto Luis Alberto Spinetta en una pared ubicada en calle Catamarca. Allí se puede leer la frase de la emblemática canción “Muchacha ojos de papel”: “No corras más, tu tiempo es hoy”.

Cabe destacar, que además de las citas de autores famosos, los miembros del grupo también escriben sus propias frases siempre vinculadas al optimismo.

La literatura, la música y la poesía fluyen a través de los pinceles de los miembros de “Acción poética Corrientes”, quienes a través de estas acciones artísticas regalan letras que buscan llenar de color a una ciudad muchas veces gris.

 Poesía pintada… Así calificó León Benarós a la obra de Raúl Soldi, el mayor artista plástico argentino de su generación, del cual ya se cumplió más de una década de su desaparición (el 21 de abril de 1994).